Cuando le preguntaba a mi mamá sobre lo que ella deseaba hacer o lo que quería recibir como regalo para el Día de Las Madres, ella me respondía “todos los días son el Día de las Madres”. Después de convertirme en mamá, realmente comprendí su mensaje: las madres, o las buenas madres se merecen TODO. La dedicación, las angustias, los miedos, las decepciones, las satisfacciones y especialmente, el amor que se siente por ese ser que te dio el título de “Madre” realmente es grandioso.
Aunque la celebración del Día de la Madre es una tradición extendida mundialmente, no todos los países lo celebran en la misma fecha, pero en su gran mayoría lo celebran durante el mes de mayo. El origen de esta celebración es algo incierto, aunque se cree que comenzó con los egipcios que rendían homenaje a la diosa madre, Isis. En el año 1870, la estadounidense Julian Ward Howe escribió la proclamación de Día de la Madre, en la cual, hacia un llamado a las madres a unirse por la paz mundial, ya que muchas de ellas habían perdido a sus hijos en la guerra de secesión norteamericana. Sin embargo, la fundadora oficial de esta celebración en los Estados Unidos de América fue la activista Anna Jarvis, quien inició una campaña a favor del día de las madres en honor a su propia madre, quien, durante la guerra civil, creó un frente de mujeres que promovían la reconciliación entre excombatientes en una región todavía dividida por la guerra. Anna Jarvis motivada por las acciones de su madre y por el hecho de que las festividades estadounidenses de su época estaban dedicadas a los logros masculinos, promovió el Día de las Madres, dando como resultado que el presidente Woodrow Wilson en el año 1914 firmara una medida oficial para dicha celebración para el segundo domingo del mes de mayo.
Aunque los esfuerzos de Anna Jarvis por valorar el papel de las madres en el desarrollo de nuestra sociedad no fueron en vano, ella tuvo la gran decepción al ver que cada año la celebración se tornaba en un motivo altamente comercial, pues su idea original consideraba una fecha para venerar a las mujeres que se sacrificaban por sus hijos, y no meramente una forma de obtener ganancias monetarias para los comerciantes.
Sin embargo, el hecho de tener una fecha que nos marca en el calendario que es el día de celebrar y agradecer a nuestras madres, no quiere decir que olvidemos la necesidad mutua de celebrarlas diariamente con nuestro amor, compañía, cuido y comprensión. Y para aquellas que no lo son o no han podido ser madres, SIEMPRE hay oportunidades de amar, comprender, educar, ayudar, y estar presente como una buena madre lo haría. ¡Hay tantas personas que necesitan del amor maternal y que felicidad se siente al ser como una verdadera madre!
Que este 12 de mayo del 2024 se convierta en un motivo para celebrar el amor de nuestras madres en vida o en nuestros más bellos recuerdos. ¡Felicidades a todos!
Carlota Mendoza-Iglesias
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