POR CARLOTA MENDOZA-IGLESIAS

Cuando tuve a mis dos hijas en los Estados Unidos, un país extranjero para mí y para mi esposo, nos preguntábamos si era mejor para ellas el hablar inglés en casa, para así prepararlas para la entrada a la escuela y no se sintieran aisladas y/o en desventaja con sus compañeros. Comencé por preguntarle al pediatra quien me aconsejó que tratara de usar un solo idioma en su crianza, el inglés, para que después en la escuela pudieran tomar la lengua extranjera de su preferencia. Usando mis experiencias como educadora y basándome en las investigaciones del órgano humano más interesante, el cerebro, decidí ahondar en el tema, el cual me ha apasionado por más de 30 años.
Los estudios del cerebro concuerdan que aprender uno o más idiomas es la mejor forma de incrementar la inteligencia estimulando la función ejecutiva del cerebro y por consiguiente ayuda al individuo a enfocarse y a retener la información. Las personas que se desempeñan en dos o más idiomas, son más eficientes en la toma de decisiones y en ejecutar más de una tarea al mismo tiempo, “multitasking”. Los neurólogos recomiendan a las personas de edad envejeciente, que aprendan un nuevo idioma para ayudar a restablecer las conexiones neurales perdidas en el cerebro y así evitar o retardar la demencia senil. ¡Es como una sesión de gimnasia para el cerebro! El aprender dos o más idiomas hace al individuo pensar de una forma distinta y creativa, y generalmente se hacen personas más empáticas y conocedoras de las diferencias culturales y personales; lo que hace que el individuo tenga más y valiosas oportunidades de avance escolar y laboral.
Hay una inmensa cantidad de actividades que puedes usar con tus niños y jóvenes para que aprendan un segundo idioma. Por ejemplo, las canciones, las películas, los juegos y especialmente la práctica del idioma en la casa. Si no tienes el tiempo o la paciencia, busca a un familiar, vecino/a, maestro/a, etc. que le tengas plena confianza y le puedas pedir que enseñe a tus hijos la gramática a través de actividades de juegos divertidos didácticos, lectura y escritura. Comienza por tener una biblioteca en casa surtida con libros que les puedan interesar a tus hijos y asiste a las actividades de lectura de idiomas extranjeros en la escuela o en la biblioteca pública. Busca actividades culturales de celebración en tu área, como, por ejemplo, la Celebración del Mes de la Hispanidad, presentaciones culturales de las diferentes embajadas y consulados, etc. ¡Si se puede!
Al pasar de los años y al ver con mis propios ojos los “milagros” del bilingüismo en nuestras hijas, les puedo asegurar con confianza que es una batalla necesaria de ganar. Pues hay que tener mucha consistencia y paciencia cuando tus hijos no te quieren hablar en otro idioma que no sea inglés, porque no es “cool” y sus amigos no lo hablan. Es ahí cuando no te puedes dejar de vencer, y estableces normas de conversación en casa, viendo juntos la televisión, o juegos y videos en línea que contengan la práctica en el idioma. También haciendo viajes que le den a tus hijos otras perspectivas culturales, incluyendo las visitas a la familia, constituyen maravillosas estrategias que enriquecen el aprendizaje y ayudan a mantener la conexión filial con otras generaciones.
¡Hoy día hay tantos recursos a bajo costo y oportunidades en las escuelas para que tus hijos se beneficien de dos o más idiomas que les aseguro, ellos mismos te los agradecerán en el futuro! En mi caso les puedo compartir con mucha alegría y satisfacción de que ya yo estoy viviendo ese futuro.
Contacta a la autora: Carlota Mendoza-Iglesias
Phone: 407-493-4222
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